Rumbo al éxito (2/3). ¿Cómo identificamos la estrategia competitiva?

Anteriormente explicamos qué es la estrategia competitiva y sus tipos, así como la necesidad de definir una estrategia competitiva para nuestro negocio, mantenerla en el día a día, y reajustarla en dependencia de los cambios que se produzcan y/o anticipen.
A continuación veremos qué técnicas y herramientas tenemos a nuestra disposición para ejecutar los tres primeros pasos que nos conducen a identificar una estrategia competitiva:
- Paso 1. Análisis externo y pronóstico del entorno.
- Paso 2. Análisis interno.
- Paso 3. Determinación del posicionamiento.
El último paso lo abordaremos en la siguiente y última parte de esta serie de posts:
Esta es una guía que hemos tratado de simplificar al máximo, pensando en las necesidades y características de las PyMEs. En cada paso se describen: objetivo, resultados y técnicas más comunes, y se incluyen enlaces para profundizar en el conocimiento de cada una de las técnicas.
Paso 1. Análisis externo y pronóstico del entorno
El objetivo del análisis externo (Padilla Ayala, 2011) es conocer características y tendencias de:
- el entorno tecnológico, social, medioambiental, político, económico y legal;
- las demandas del mercado;
- la competencia;
- los proveedores;
- los distribuidores;
- los clientes.
El resultado de este análisis es una lista de las principales características y tendencias del entorno, cómo inciden y/o pueden incidir en el futuro en el desempeño de la empresa, y su valoración por importancia y prioridad. Esto es utilizado para identificar las amenazas y oportunidades del negocio.
Algunas de las técnicas y herramientas más utilizadas son:
- Entorno Político, Económico, Social y Tecnológico (PEST) (HIA, 2011).
- Matriz de evaluación de los factores externos (EFE) (EULA, 2009).
- Matriz del perfil competitivo (MPC) (EULA, 2009).
- Método de los escenarios (Firmenich Bianchi, 2009).
Paso 2. Análisis interno
El objetivo del análisis interno (UB, 2010) es conocer las características de la empresa y el negocio:
- la estrategia corporativa y la innovación;
- la cultura organizacional;
- los procesos y sus activos;
- el sistema corporativo de información, comunicación y gestión del conocimiento;
- los recursos humanos, materiales, tecnológicos y financieros;
- la capacidad distintiva;
- el posicionamiento en el mercado;
- la cartera de productos y servicios;
- las unidades de negocios.
El resultado de este análisis es una lista de las principales características de la empresa y el negocio, cómo inciden y/o pueden incidir en el futuro en el desempeño, y su valoración por importancia y prioridad. Esto es utilizado para identificar las fortalezas y debilidades.
Algunas de las técnicas y herramientas más utilizadas son:
- Matriz de evaluación de los factores internos (EFI) (EULA, 2009).
- Análisis funcional (UB, 2010, Martínez Cuartas, 2009).
- Perfil estratégico de la empresa (UB, 2010).
- Análisis de la cadena de valor (UB, 2010, Garralda, 2013).
Paso 3. Determinación del posicionamiento y la estrategia competitiva general
Los resultados de este paso son:
- Estrategia competitiva general, que puede ser una o más de las siguientes:
- Ofensiva: explotar y potenciar fortalezas para aprovechar oportunidades.
- Defensiva: explotar y potenciar fortalezas para contrarrestar amenazas.
- Reorientación: eliminar debilidades para aprovechar oportunidades.
- Supervivencia: eliminar debilidades para evitar el efecto de amenazas.
- Factores claves, que son las oportunidades y amenazas con mayor impacto para el negocios, y que deben ser tenidas en cuenta en la estrategia competitiva.
La técnica más utilizada para determinar el posicionamiento es el análisis DAFO —Debilidades, Amenazas, Fortalezas, Oportunidades—. Para ello:
- Determinar amenazas y oportunidades a partir del análisis externo, realizando las preguntas adecuadas (Monografías, 2011).
- Determinar fortalezas y debilidades a partir del análisis interno, mediante las preguntas adecuadas (Monografías, 2011).
- Priorizar para quedarnos con no más de 10 elementos de cada tipo.
- Situarlos en una matriz (Figura 1) para determinar el impacto de cada elemento sobre el resto (Uventas. 2002), evaluando —en una escala de uno a cinco— en qué medida:
- Cada fortaleza permite aprovechar cada oportunidad.
- Cada fortaleza permite contrarrestar cada amenaza.
- Cada debilidad impide aprovechar cada oportunidad.
- Cada debilidad potencia el efecto negativo de cada amenaza.
- Determinar la estrategia competitiva general, en dependencia de los cuadrantes de la matriz en que se encuentre posicionada la empresa (Figura 2).
- Determinar los factores claves, sumando los impactos por columnas y marcar las cinco columnas con mayor valor (Figura 1).
Ya disponemos de la información necesaria, para en el siguiente y último paso, formular la estrategia competitiva que nos puede llevar al éxito de nuestro negocio.
Figura 1. Ejemplo de matriz DAFO
Figura 2. Posicionamientos estratégicos

